El primer paso del método del cambio profundo es preguntarse, pensar y mirar. No es tomar decisiones y hacer respuestas. Es alimentar el mundo interior de preguntas cuestiones, inquietudes, intuiciones, del que surgen las nuevas convicciones y nacen las decisiones profundas y los cambios auténticos [De ¿Preguntarse bien es un arte?].
Todos tenemos claro cuál es nuestro núcleo familiar. Más difícil es darse cuenta de las redes de relaciones vivas que nos hacen familia, más allá de los lazos de la sangre y del cariño, de los compromisos de filiación o hermandad. Y más comprometido es aceptar mi familia como don de amor en el que debo vivir y amar con el corazón abierto. Una tarea de una vida.
La primera etapa del Camino de Belén por la senda de la Familia estuvo dedicada a visualizar y asumir el tejido familiar con el que voy construyendo mi vida. Ahora empiezo a preguntarme, en esta etapa dedicada a Caminar juntos, por la cantidad y calidad del camino que hago junto a mi familia.
¿Camino con mi familia? ¿O camino sólo, por veredas y senderos propios, que no comparto con ellos, de los que ellos no saben o no sienten? ¿Camino sólo por esta vida? ¿O camino por compañeros ocasionales, amigos que van y vienen, colaboradores que ponen sólo una parte pequeña de su ser en el trabajo o el descanso común?
Me pregunto durante este día, a ratos sueltos, con tranquilidad, por los caminos que tomo cada día y la compañía con la que los recorro. Por la compañía física, tangible, en los ratos que estoy en casa o haciendo cosas junto con ellos, los de mi familia. Pero me pregunto también por la compañía espiritual, esa que vivo cuando trabajo o estudio por ellos, para ellos, con ellos.
Y me pregunto no sólo por mis caminos. A veces los míos están abiertos, bien señalizados, entrelazados a los cruces de caminos de mi familia… pero son otros los que se lanzan a caminos distintos, solitarios, incluso traicioneros. ¿Mi familia me deja vivir sus caminos, caminar con ellos? ¿Cómo son vital y afectivamente los caminos de mis padres, de mis hermanos, de mi gente?